Durante los gobiernos de José Miguel alcanzó el grado coronel de artillería, y con ese rango combatió, a partir de 1813, en diversas acciones bélicas contra los realistas. Se le ha supuesto, de entre sus hermanos, como el poseedor de mayores condiciones militares.
Fue hecho prisionero por los realistas junto a José Miguel y conducido a Chillán. Después ambos fueron excluidos expresamente por los jefes patriotas del canje de prisioneros de guerra acordado en el Tratado de Lircay. Pese a esto, los realistas facilitaron la fuga de ambos hermanos con la esperanza de crear divisiones entre los independentistas.
En 1814, durante la lucha interna del bando patriota, Luis venció a Bernardo O'Higgins en el Combate de Las Tres Acequias.
En el Desastre de Rancagua dirigió la Tercera División del ejército patriota. Su desempeño en dicho comando forma parte de una amarga e irresuelta polémica, pues O’Higgins lo responsabilizó de la derrota por no empeñar combate con más energía, mientras que los carrerinos defendieron a Luis culpando a O'Higgins por haberse dejado cercar en una posición indefendible.
Tras la derrota total patriota en que devino aquella batalla, Luis Carrera cruzó hacia Argentina, como la gran mayoría de los partidarios de la causa independentista. En la ciudad de Mendoza, se encontró con un recibimiento adverso hacia los miembros de su familia por parte del gobernador local, José de San Martín. Fue encarcelado junto a sus hermanos y remitido a la aislada población de San Luis.
Responsabilizó de esta situación al brigadier Juan Mackenna, quien se encontraba en Mendoza desde un tiempo antes, exiliado por José Miguel. Luis vio en Mackenna a la influencia oculta que tornaba a San Martín en contra de su bando, pero además arrastraba contra él una vieja enemistad y un antiguo intento frustrado de batirse a duelo.
Una vez en Buenos Aires envió a Mackenna la siguiente nota: "Usted ha insultado el honor de mi familia y el mío con suposiciones falsas y embusteras; y si usted lo tiene, me ha de dar satisfacción desdiciéndose en una concurrencia pública de cuanto usted ha hablado, o con las armas de la clase que usted quiera y en el lugar que le parezca. No sea, señor Mackenna, que un accidente tan raro como el de Talca haga que se descubra esta esquela. Con el portador espero contestación de usted".
Mackenna aceptó el reto por medio de la siguiente nota: "La verdad siempre sostendré y siempre he sostenido. Demasiado honor he hecho a usted y a su familia; y, si usted quiere portarse como hombre, puede tener este asunto con más sigilo que en Talca y el de Mendoza. Fijo a usted el lugar y hora para mañana a la noche; y en esta de ahora podría decirse, si me viera usted con tiempo para tener pronto pólvora, balas y un amigo que aviso a usted llevo conmigo".
Luis fue detenido el 20 de agosto de 1817 en Mendoza. Ambos hermanos fueron trasladados a la cárcel.
El 8 de abril de 1818, tres horas después de que se supiera en Mendoza la noticia de la victoria patriota en la Batalla de Maipú, es fusilado junto a su hermano Juan José en la Plaza de Armas de la ciudad. La orden de acelerar el proceso y realizar la ejecución había sido traída desde Chile por un miembro de la Logia Lautaro, Bernardo Monteagudo, quien había huido de Chile a Mendoza luego de recibir las falsas noticias sobre la muerte de Bernardo O'Higgins y la huida de José de San Martín en la Sorpresa de Cancha Rayada.
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